Peñarol ganó el clásico y jugará la semifinal

Siempre el conjunto de Hernández dio la sensación de superioridad. Pero recién definió la historia cuando se decidió a arriesgar menos de afuera y a jugar más interior. Mañana, a segunda hora, disputará un pase a la final del Súper 8 Copa Ciudad de Mar del Plata ante Juventud.

No hubo sorpresas. La única, tal vez, haya sido el desarrollo relativamente equilibrado del partido en los tres cuartos iniciales. Pero cuando se decidió a arriesgar un poco menos y a conseguir tiros de mayor porcentaje, en el cuarto final, Peñarol no tuvo casi oposición. Así se impuso a Quilmes por 93 a 87 en el partido que cerró la segunda jornada del Torneo Súper 8 Copa Ciudad de Mar del Plata de básquetbol. Y mañana jugará la semifinal ante Juventud Sionista de Paraná.

Pese a los muchos problemas con los que llegó al partido, Quilmes dio más pelea de lo imaginado en el primer tiempo. Es cierto que Peñarol arrancó mejor y que De la Fuente tuvo que gastar su primer minuto antes de llegar a los cinco minutos. Hasta ahí los de locales anotaban con mucha comodidad. De cerca y de lejos.

Pero acomodó un poco su defensa. El debutante McKiver se recuperó de un inicio vacilante y empezó a encontrar la medida del aro. Y el tiro exterior le dio soluciones a sus sempiternos problemas ofensivos. Con esos argumentos, más el tesón de Romano, el conjunto ?tricolor? se puso en partido y se llevó, en definitiva, el cuarto inicial por 23-22.

Con Campazzo y Vega en cancha, Peñarol dio lo mejor en la primera mitad del cuarto inicial. El joven base cordobés logró detener a McKiver y el entrerriano aplicó tres triples consecutivos para redondear el vuelco. El conjunto de Hernández volvió a pasar decididamente al frente (36 a 29) al promediar el segundo parcial.Sin embargo, otra vez se desinfló. Los cambios no le hicieron bien. Quilmes aprovechó la confusión y arrimó paulatinamente. Un error de Jones, que se dejó robar el balón por López y después le cometió falta intencional, le permitió a los de De la Fuente irse al descanso apenas un punto abajo: 40 a 39.

McKiver tuvo otra ráfaga goleadora en el arranque del segundo tiempo y Quilmes volvió a pasar el frente y manejó durante algunos minutos una pequeña ventaja. Hasta que apareció un jugador que había pasado inadvertido en la primera parte, Mike Jones. El estadounidense, en una secuencia brillante, convirtió trece puntos en un ratito y Peñarol recuperó el control de la situación. Aún con altibajos en su funcionamiento, con otro quedo hacia el final, logró irse 64 a 60 al descanso corto.

Y en el cuarto final logró el remate. Porque el tiro exterior había respaldado sus mejores momentos en el partido, pero no lo había acercado a un quiebre definitivo. Y, en consecuencia, se decidió a jugar interior. Para Leiva, en principio. Luego, para Gutiérrez. Promediando el cuarto, sacó más de diez puntos de ventaja y selló la historia.

Quilmes, casi sin personal interior, sin utilizar a Keep y con Assie en una noche para el olvido, intentó sostenerse con las producciones individuales de McKiver (bien con el aro, flojo a la hora de generar juego) y Romano. Pero terminó rindiéndose otra vez ante la superioridad de un rival que no tuvo contra cuando atacó con más lógica.

Sintesis

Peñarol (93): S. Rodríguez 10 , M. Jones 24, Mata 4, L. Gutiérrez 21 (X), Leiva 11 (FI); Campazzo 2, Vega 12, Legaria 0, Reinick 5, Diez 4. DT: Sergio Hernández

Quilmes (87): Mc Kiver 25, E. López 9 (X), Cangelosi 9, Assie 14, Romano 20 (FI); Piñero 7, Peralta 3. DT: Esteban de la Fuente 

Parciales: 22-23, 40-39 y 64-60.
Arbitros: Pablo Estévez, Fabricio Vito y Juan Fernández.
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas.

Fuente: Diario La Capital

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