Intenso partido por el Bronce, que fue ganando enteros cuantos más minutos pasaban. Francia dominó la primera parte, pero el cansancio en la segunda permitió a Lituania intentar la escapada. Valanciunas (20 puntos), y Batum (24 puntos) demostraron todo su repertorio y lideraron a sus equipos. Pero solo uno podía triunfar. Y lo hizo Francia gracias a Diaw, con acciones de absoluto genio, y Heurtel en los tiros libres en un final de infarto, carrusel eterno de tiros libres incluido.
La lucha por el Bronce se antojaba dura, especialmente para Francia, tras caer ante Serbia en el último minuto ayer. Pero el conjunto de Collet demostró su entereza mental y salió en tromba a por la persea. Lauvergne, anotando lo primeros 7 puntos de su equipo (2-7), marcó el ritmo en ataque. Solo Valanciunas y Jankunas podían ofrecer respuesta en la pintura, contrarrestando la nula cabeza de Motiejunas en el arranque. Francia siempre dominó el cuarto gracias a Diot y Batum y, por supuesto, a un Diaw que, sin necesidad de sumar, ejercía de eje en ambas partes de la cancha y fue el factor diferencial para llegar 19-22 al final de los primeros diez minutos.
En el segundo período, Lituania encontró en Pocius a su referente exterior (8 puntos), aunque su hombre, sin lugar a dudas, siguió siendo el pívot de los Raptors. Con 12 puntos, Valanciunas castigó el descanso de Diaw y Francia no pudo desplegar su juego (32-34). No obstante, los bálticos nunca llegaban a culminar la remontada, yendo siempre por detrás de los galos, pero sin perder comba en el partido. Al descanso, 42-43 y máxima igualdad para intentar lograr la medalla de consolación.
Demoledor inicio lituano a la salida de vestuarios (50-46), gracias a Juskevicius. Avisando desde los primeros minutos, Lituania salió al fin con la intensidad necesaria para llevarse el choque. Valanciunas, volviendo a la carga en la pintura, abrió la diferencia mediado el cuarto (56-50). Y, pese a los arreones de Batum por sobrevivir (otra vez con el equipo a la espalda), la solidez defensiva del equipo de Kazlauskas y el cansancio de los franceses marcaron la tónica en la segunda parte (71-64).
Francia, fundida físicamente, aguantaba a duras penas el ritmo lituano y su potente físico. Bajo la amenaza de acabar con el partido en los primeros minutos del cuarto decisivo (73-66), Collet no permitió que sus chicos se rindieran y aguantaron heroicamente los últimos diez minutos (73-70, min. 32). Batum fue su hombre, una vez más, para mantener vivo el partido y evitar la escapada rival, igualando el marcador a falta de solo 5 minutos (75-75). En los últimos minutos, ningún equipo supo resolver, pese a los múltiples intentos que ambos tuvieron de tomar ventaja.
Valanciunas, igual que hizo Batum, se echó el equipo sobre sus voluminosas espaldas cuando peor lo estaban pasando y, con 5 puntos consecutivos, volvió a dar un soplo de aire a Lituania (80-77, min. 37). A falta de solo 1:30, Diaw volvió a poner a Francia 2 puntos arriba tras enseñarle unas clases de baile a Valanciunas, poniendo la presión en el tejado de Kazlauskas (80-82). Había comenzado el show de Diaw. La esencia se vende en frascos pequeños, acostumbramos a decir. En su caso, en las acciones decisivas. El pívot de los Spurs sacó los zapatos de baile y atormentó como solo él sabe a su defensa para dejar a su equipo a las puertas del Bronce (82-86, 20 segundos). Solventando el trámite en los tiros libres a la perfección gracias a Heurtel, frío como el hielo y sin temblar un ápice, Francia logró el merecido Bronce. Antes, tuvo que sobrevivir al tremendo carrusel de tiros libres, que pusieron a prueba el temple de Batum y Diaw junto a su base. Collet ordenó la falta y Lituania no pudo nunca buscar el triple para igualar.
BOXSCORE
Fuente: Zona Dos Tres
Foto Gentileza: FIBA
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